Hace tiempo que quería hablar de la Integración Sensorial, de lo que es y de lo que supone tanto para los niños que tienen deficit de Integración Sensorial como para sus familias.
Después de realizar un trabajo de prácticas sobre dicho tema, lo quiero plasmar aquí, en resumen, para enteder un poco más del tema y para tenerlo en cuenta en el ámbito escolar cuando alguien nos diga; " es que su comportamiento es conductual y hay que hacer frente a él..." porque a veces no es así y es madurativo y el tema, cada día, es más importante es saber que hay más niños con este déficit y que no son TDH, no son autistas, no son Down, etc...
Espero que pueda resolver dudas al respecto y aclarar algo tan importante, sobre todo en los primeros años y durante su escolarización inicial.
¿Qué es la integración sensorial?
Se define como el acto de organizar las sensaciones para su uso.
A través de los sentidos obtenemos datos sobre las condiciones físicas de nuestro cuerpo y del medio que nos rodea. Estas sensaciones fluyen hacia el cerebro y este, procesa la información. Recibe información de datos sensoriales no sólo de lo que perciben los ojos y los oídos, sino a través de todos y cada uno de los órganos de nuestro cuerpo. Como por ejemplo, detectar la fuerza de la gravedad y los movimientos del cuerpo en relación con la tierra.
Algo tan importante que empieza en el seno materno y que continua cuando el bebé comienza en su desarrollo a tratar de levantar la cabeza por si mismo, venciendo la fuerza de la gravedad y la relación de su tamaño con respecto al resto del cuerpo.
Características de la Integración Sensorial
Características principales para llegar a explicar mejor que es, en sí este proceso de detectar las posibles disfunciones en la integración sensorial y como trabajar para mejorarlas y adecuar este proceso dentro de la propia evolución de cada niño, son;
Es un proceso inconsciente del cerebro (ocurre sin que haya que pensar en él conscientemente como, por ejemplo, la respiración).
Organiza la información que detectan los sentidos (gusto, vista, oído, tacto, olfato, movimiento, gravedad y posición).
Da significado a las experiencias clasificando toda la información y seleccionando lo importante (como escuchar a un profesor e ignorar todo el ruido que hay fuera de la calle).
Nos permite actuar o responder a la situación que experimentamos de un modo significativo (lo que se conoce como respuesta adaptativa).
Constituye la base del aprendizaje académico y del comportamiento social.
¿Que son las respuestas adaptativas?
Es la respuesta con un objetivo concreto y plenamente significativa a una experiencia sensorial.
Por ejemplo; un bebe ve un sonajero y levanta los brazos para alcanzarlo. La acción de alcanzar algo es una respuesta adaptativa. No es una respuesta adaptativa el agitar las manos sin objetivo.
La respuesta adaptativa es más compleja cuando el bebé percibe que el sonajero está demasiado lejos y gatea hasta él para cogerlo.
Esta respuesta adaptativa, ayuda al cerebro a desarrollarse y organizarse.
Dominamos un reto y aprendemos algo nuevo.
Desde nuestra posición de adultos, vemos esta actuación como un juego. Pero para el bebe es todo un trabajo de elaboración, planificación, desarrollo y logro que le ayuda a su madurez y a organizar su cerebro, como hemos dicho antes. De ahí que el “juego” es importantísimo porque genera un conjunto de respuestas adaptativas que favorece el desarrollo de la integración sensorial.
¿Que es entonces la integración sensorial deficiente?
Cuando el cerebro no es capaz de integrar bien las sensaciones se ven afectadas muchas facetas de la vida cotidiana. El individuo, aquí, deber realizar mayores esfuerzos que los demás, enfrentarse a más dificultades en la vida y los resultados tienden a tener menos garantías de éxito o satisfacción.
Existen estudios en EEUU que afirman que un 5% y el 15% de los niños americanos padecen actualmente problemas de integración sensorial que les provoca trabas en el aprendizaje y dificultades de comportamiento. Algunos de ellos parecen y son totalmente normales en muchos sentidos y presentan CI medios o incluso superiores a la media, lo cual despista totalmente a las autoridades médicas no formadas en Integración Sensorial y a las autoridades educativas que siempre se decantarán por definir que son problemas de comportamiento.
¿Como se detecta?
Hay niños con problemas en la integración sensorial que no se dan la vuelta, gatean, se sientan o echan a andar a la misma edad que otros niños y que más adelante se las ven y se las desean para atarse los cordones de los zapatos o aprender a andar en bici, etc. Pero hay otro niños con integración sensorial insuficiente en los que, a primera vista, el patrón de desarrollo es normal y no es hasta más tarde cuando los problemas empiezan a hacerse realmente evidentes, puede que no se muevan con tanta agilidad, que corren un poco raro, que se sientan torpes y se caigan y se tropiecen a menudo.
Llegados a este punto sería bueno comentar que no confundamos los actos torpes o des-coordinados con una integración sensorial deficiente. A veces, a personas, no les funcionan bien los músculos motrices o nervios y eso no supone que tengan una integración sensorial deficiente.
En el niño con disfunción en la integración, los nervios y los músculos funcionan perfectamente; es el cerebro el que pasa apuros para establecer las asociaciones necesarias para efectuar bien el movimiento.
Otro dato que nos da un apunte de que algo puede estar sucediendo es cierta demora en el desarrollo del lenguaje. Hay niños que no oyen bien aunque no tiene problemas físicos en el oído y que es una de las cosas que medicamente enseguida se tiende a descartar, es como si las palabras entraran por sus canales auditivos pero se perdieran en algún punto del camino al cerebro. Y hay otros que saben lo que quieren decir pero no encuentran la forma de articular las palabras, no teniendo ningún problema en la morfología de su boca y en los órganos que forman parte de la articulación de las palabras.
Una vez escolarizados, el niño que más o menos le va “saliendo” todo bien en casa o que los padres no detectan nada pues piensan que es cuestión de desarrollo que va un poquito lento, se tiene que enfrentar a grandes retos para él. Destrezas del tipo; cortar con una tijera, no romper la mina del lápiz, atarse los botones de la bata, permanecer en la fila, escuchar atentamente lo que la maestra dice, se convierte en un “cuesta arriba” para ellos y que se junta con que se “saben” diferentes del grupo y el grupo los “detecta” como distintos.
Entender
Llegados a este punto es necesario entender que;
es inútil decirle que se controle o que intente concentrase más, en el ambiente escolar. Las recompensas para ellos es otro punto de frustración – en forma de caramelos o medallas- que los merman y los castigos no son entendidos por ellos, porque el niño no sabe hablar de lo que le pasa en la mayoría de los casos y no lo puede entender ya que el problema ocurre a nivel de procesos cerebrales que están fuera del alcance del conocimiento y el control consciente.
resulta más fácil tacharlos tanto en casa como en el ámbito escolar de niños “malos” , “testarudos” e incluso de “tontos” cuando esa, no es realidad.
Pero esta es la realidad de estos niños cuando no se detecta a tiempo esta disfunción en la integración sensorial.
¿Como trabaja la Integración Sensorial?
Dividen en;
La visión. Se recoge información por la retina del ojo que envía los datos al tronco encefálico y este re-envía a otras partes de si mismo y al cerebelo para que con mensajes motrices dirigidos a los músculos que mueven los ojos y el cuello y junto con el cerebro den datos imprescindibles para dar significado al entorno.
El sonido. Es recogido por los receptores auditivos del oído interno y emiten los impulsos al tronco encefálico.
Los sabores. La lengua recoge la información sobre la composición química que trasmite al cerebro.
Los olores. Se procesa a través del sistema límbico y no se desplaza por el tronco encefálico. Por ello, es posible que sea uno de los sentidos que activan muchas emociones, recuerdos.
El sentido del tacto. Los núcleos del tronco encefálico que procesan los datos táctiles nos informan si algo toca la piel y si ese algo es; frío, caliente, suave, etc. Los impulsos táctiles se reparten por todos los rincones del cerebro.
Posición y movimiento (el sentido propioceptivo) hace referencia a la información sensorial que surge en los movimientos de contracción y estiramiento de los músculos y en los de flexión, enderezamiento, tracción y compresión de las articulaciones que unen los huesos y las envolturas de estos. Pasan por la médula espinal , llegan hasta el tronco encefálico y el cerebelo y parte de ellas alcanzan los hemisferios cerebrales. Nos ayudan a movernos.
Gravedad, movimiento cabeza y equilibrio (el sentido vestibular) estas sensaciones se procesan en los núcleos vestibulares y en el cerebelo. Bajan por la médula espinal pasando primero por el tronco encefálico. Las sensaciones parten del tronco encefálico hacia los hemisferios cerebrales y los que bajan por la médula interactúan con otras señales sensoriales y motrices para contribuir a la postura, el equilibrio y el movimiento de nuestro cuerpo.
El sentido visceral son órganos internos, conductos sanguíneos. Proporcionan al tronco encefálico la información que necesita para mantener el cuerpo saludable.
Sabiendo la información que recogen las distintas partes del cuerpo, como y donde se procesa dicha información proveniente de las sensaciones recogidas, la Integración Sensorial pretende que el niño ponga en acción el mayor número de sinapsis que cómodamente pueda.
¿Que es la sinapsis? Es la zona de encuentro electroquímico de las neuronas. Dicho en otras palabras es una especie de puente que transporta impulsos de una neurona a otra. Los cambios en las conductividad de las sinapsis constituyen las bases del aprendizaje. El reflejo, por ejemplo, que tira de la mano para alejarla de algo que le causa dolor requiere la acción de varias sinapsis.
Lo que persiguen es usar las sinapsis de su tronco encefálico con todos los tipos de sensaciones que confluyen.
Y lo logran a través de “provocar sensaciones” a través del juego dirigido. Involucrando a todo el cuerpo, a todos los sentidos, y a todo el cerebro, por eso es una terapia integral. Cuando los músculos trabajan juntos para producir un movimiento corporal adaptativo, tanto ellos como las articulaciones transmiten sensaciones organizadas al cerebro. Los movimientos del cuerpo entero también generan grandes cantidades de mensajes vestibulares que contribuyen a unificar los demás sistemas sensoriales. La habilidad de organizar las sensaciones y de producir respuestas adecuadas a ellas, ayuda al cerebro a organizar otras funciones.
Utilizan para ello, columpios de cuerpo, bolsas de bolas para percibir, cuerdas para trepar, balones grandes, balones pequeños, mantas para cubrir todo el cuerpo, etc.
Y el programa de las actividades terapéuticas se presenta en forma de juego, como hemos comentado antes, donde los intereses del niño y sus elecciones guían al terapeuta a la hora de disponer y seleccionar las actividades para que sean “desafíos” que se adecuen “a la perfección” de las capacidades del niño.
La eficacia de esta terapia se mide por la capacidad del niño de responder con éxito a las actividades que antes eran demasiado difíciles o que contribuían a desorgarnizarle
Esta terapia no se concretan en el aprendizaje de destrezas especificas sino a que el niño aprenda a organizar su cerebro para que funcione cada vez mejor.
Dr.A Jean Ayres
Disfasiavalvia
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