Este verano al bajar a la piscina miraba y pensaba,¡ como han cambiado las cosas!
Cuando era una cría había familias en la piscina, muchos niños, muchas madres, muchas abuelas, los padres cuando salían de trabajar, bajaban. Estaban llenas mañana y tarde, era ¡¡verano!!
Y mientras recordaba, no podía por más que preguntarme; “¿pero donde están los niños ahora?”
Encontré la respuesta cuando otro día vi, el comedor lleno de niños que estaban en la ludoteca que ahora se dice de “verano” y que comían bajo a la atenta mirada de las monitoras.
Y recordé un reportaje de Informe Semanal en el cual reflejaban como la crisis que estamos viviendo está afectando a las trabajadoras en general. Plasmaba que uno de los sectores que más ha sufrido es el de la construcción, mayoritariamente y tradicionalmente ocupado con contrataciones masculinas y como las mujeres se estaban acoplando bien en el sector servicios pero con contratos eventuales y sufriendo una mayor precariedad laboral.
Entrevistaban a unas ejecutivas de Jazztel y a una trabajadora de Mercadona, la cual estaba encantada de dejar a su hija en la guardería de dicha empresa cuando iba a trabajar y trabajar ella sus horas pertinentes y hablaba de que por que una mujer tenga hijos no debe dejar de trabajar pues llegará el día en que los hijos se vayan de casa y ¿qué pasa entonces...?
Otra entrevistada hablaba del trabajo alienante de la mujer en casa y de que para sentirse valorada había que trabajar fuera de casa para luego ser más feliz y estar mejor con los hijos.
Ante esto una, no hace más que pensar en todo ello.
Bueno sí, el trabajo dentro de casa es invisible, parece que no haces nada y sin embargo; limpias, ordenas, tiendas, cargas lavadoras, planificas cosas, comida, organizas armarios, planchas y cocinas...algo que parece que se hace solo pero que alguien lo tiene que hacer y organizar. Por no hablar de que precisamente con dicha crisis nos convertimos en unas expertas en cuando comprar, que comprar y en donde. Analistas económicas a diario.
Pero eso es precisamente lo que también debería ser reconocido para la que opta por esa opción. Y con esta afirmación ¿que quiero decir? Pues que en materia laboral, el Estado sigue sin darse cuenta de que el trabajo de la mujer dentro de casa debe ser valorado en su justa medida por ser un trabajo que es el sostén del núcleo familiar, sea realizado tanto por un hombre como por una mujer. Y que este trabajo se acentúa cuando hay hijos a los que cuidar y nadie mejor que ese núcleo familiar para llevar a cabo esa labor que a la larga le evita al Estado un montón de dinero y sin embargo este, sigue primando la creación de ludotecas, de guarderías, y de sitios, sean públicos o estén en manos privadas para dejar a los niños en ellos mientras las madres y padres se van a trabajar.
Dichos centros los han convertido recientemente en Centros de Educación de 0 a 3 años. Y esta muy bien para todas aquellas familias que lo necesiten porque no hay otra salida y más cuando la crisis agudiza la situación familiar, pero también nos deberíamos dar cuenta de que puede haber otro sistema laboral en el que se prime la familia, como he comentado antes. Que la mujer (u hombre) que quiera pueda quedarse en casa a cuidar de sus hijos y le sea reconocido dicho trabajo que vuelvo a decir, a la larga es más rentable para el Estado.
Y sino, no hay más que mirar a los países del norte de Europa.
Mayor ayuda a la familia, mayor baja maternal, mayor cuidado de los niños. Debería poder existir la posibilidad de optar que desde mi punto de vista, que ahora no lo hay; que la quiera ir a trabajar que vaya y la que quiera optar por quedarse en casa trabajando, que pueda.
¡¡Como ha calado el discurso de “superwoman”!! Nos tenemos que sentir bien fuera y valoradas fuera para estar bien con los nuestros y tenemos que poder con el trabajo de a fuera y con el de dentro...No deja de resultarme irónico dicho mensaje, pero existe una gran mayoría de madres y mujeres piensan así.
Y si no que le pregunten a una reportera que publica en una revista de mujeres de hoy sobre el papel de la mujer y a la que no voy a nombrar para no hacerla más publicidad indirecta.
Pondera en dicho artículo un “fantástico libro” de Badinter sobre el conflicto, la mujer y la madre con el que no estoy de acuerdo, con afirmaciones del tipo; “la buena madre es la que condiciona su vida y sus objetivos a los niños ”(lo comenta criticándolo).
Deberían de comentar que esta demostrado científicamente que los niños en sus primeras etapas necesitan de su madre. Y posteriormente también.
Pues una de las cosas que más afectan a nuestros adolescentes, por poner un ejemplo, es la cantidad de horas que estos se pasan solos y esto no lo digo yo, lo dicen los expertos que empiezan a dar una voz de alerta de que quién debe “educar” son los padres y no la escuela en su totalidad, ni la tele llenando espacios de tiempo muerto y vacío, etc
Y aunque fuese así, una madre esta en su legítimo derecho de condicionar su vida a lo que ella crea conveniente...pero lo dicho anteriormente, hay muchas mujeres que piensan así.
Están en su legítimo derecho, pero también existe en paralelo una gran cantidad de mujeres que no pensamos así y optamos por otro camino. Y no por presión o por sentimiento de culpabilidad, ni porque seamos unas “sacrificadas” y cosas así, sino porque creemos que existe otro tipo de crianza y otro tipo de sociedad posible.
Me quedo con la imagen de una piscina tranquila en pleno mes de Agosto, mientras reflexiono.
3 comentarios:
Pues están en la ludoteca, que es donde mejor están, mujer ;P
¡Buenísima reflexión!
La comparto, si no te importa :)
;-)
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