A todos aquellos interesados en el embarazo, parto, puerperio, lactancia materna y crianza. Hago mia la frase de "abrázame y quiéreme cuando no me lo merezca, pues será cuando más lo necesite"




Siguiendo con el post de "Lara ha dicho, no" solo me queda aclarar que lo que opina Rosa Jové de la silla de pensar es que no es más que un castigo en sí. Es la silla de castigar, sencillamente y eso nos lleva a tratar de entender el razonamiento de los niños que no entienden dicha forma de "solucionar" las cosas desde su perspectiva. Desde ellos y como cuenta Rosa en su libro; si hay una silla de castigar, debería haber una de "premiar", por ejemplo y más argumentos que te llevan a pensar que no entienden el sentido de dicho método pedagógico, desde el apuntar en una pared las normas que tienen que cumplir para niños que todavía no saben leer, y cosas así que a los adultos, algunos, nos llevan a pensar el fin de dicho método.

Es solo otra forma "disfrazada" de los antiguos castigos de "contra la pared" o al rincón o con las orejas de burro, pues solo busca el culpabilizar al niño y hacerlo "diferente", de establecer una diferencia respecto a los otros...se coge y se "castiga" al niño, se le sienta en su sitio diferente, se le culpabiliza de lo que ha hecho sin llegar a entender claramente que es lo que ha hecho y le ponemos una "etiqueta" ,a veces, sin pretenderlo que el niño interioriza. Para mí, es tan claro su uso correcto e incorrecto que en nuestra charla con el Equipo de Atención Temprana, no me canse de repetir mi mensaje como un mantra, mi mensaje de que es sólo una herramienta para casos muy, muy puntuales sin generalizar. Me deje en el tintero mientras ellas me decian que era un método que funcionaba en casos determinados que la Asociación Nacional para la Educación en la Infancia (National Association for the Education of Young Children) incluye esta práctica del Tiempo Fuera (de la silla de pensar) en una lista de medidas disciplinarias perjudiciales, junto con el castigo físico, criticar, culpar, y avergonzar. Y esto esta fechado en el año 2000 que algo ha tenido que llover desde entonces, ¿no les parece?.

Como decía mi abuela; "se consigue más con miel que con hiel" y lo explico mediante una sencilla experiencia de una amiga que ha vivido con su hijo. Me narraba como conseguía en la clase de su hijo , su maestra, el silencio o el que se "portarán bien" y lo hacía con dos peluches. Uno, era un conejo triste que se ponía cuando no guardaban silencio o alguno se portaba mal (sin excluirlo) y si todo estaba ok, el mismo peluche estaba contento y presidía la clase. Y Luciana decía que con algo tan sencillo, la maestra obraba milagros como por arte de magia. Ni que decir si te pones hacer el "juego del silencio" con los niños...

Siempre hay excepciones de niños y de situaciones, pero sigo reivindicando que dicho método conductista, llamenlo "time out", silla de pensar o como lo quieran llamar no es más que un parche a una determinada situación y humillante, si somos capaces de empatizar con el niño. ¡Claro! sino lo somos, nos parece un método sencillo y que a la "corta" nos va bien sin entrar en analizar nada más.

En mis charlas familiares de estas pasadas fiestas, se me planteo otro punto de vista. Como mi hija no ha ido a guardería, como no ha "chupado" horas y horas en la guardería, está "asilvestrada" y es, sin quererlo, crítica con determinadas metodologías que nunca se han utilizado con ella y que con niños bien pequeños la gente esta utilizando y poniendo en práctica sin ningún problema para someter y mantener el orden y el concierto en sus aulas (y en sus casas) de esos, ahora, llamados centros de educación infantil de 0 a 3 años.
Me lo plantearon así y me pare a pensar; "Igual con ello estoy criando a una Hipatia..." Crítica con el sistema y que se lo va a cuestionar todo. Y ¿que?, es lo que hay.

He tratado de criar a Lara de la mejor forma posible y con todo el amor del mundo, respetando sus ciclos y sus tiempos. Dejando muchas cosas atrás de mí sin importarme demasiado algunas veces y otras tirándome de los pelos. Pero me niego en rotundo a enviarla al cole para que alguien ajeno a mí le aplique un método conductista porque sí. Quizás la Hipatia sea yo.

Tengo también que decir que el tema ha mejorado desde la vuelta de vacaciones. No la pasan a la clase de al lado, ni a ella ni a ningún niño (esto es importante), al menos a fecha de hoy y el registro actual es normal pues cuando llega ahora a casa representa el cole enseñándoles a sus muñecos que es lo que hace en el cole...Ha vuelto a cantar por las mañanas; "al cole, al cole..."
Es un cambio como del día a la noche...y cuesta ¡tan poco!...aunque a su profesora le haya costado romper sus esquemas establecidos lo cual, por otro lado hay que reconocerle el esfuerzo realizado.

Solo espero conseguir terminar este año así como estamos ahora, vamos aquello de "virgencita que me quede como este..." sin comentarios...

3 comentarios:

Aupa, con esas dos pedazos de Hipatias, un beso y mucho ánimo.

;-)

es con Hipatias como tú como el mundo va mejorando poquito a poquito

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