Y el 24 de Abril, Lara, cumple dos años.
Casi, dos años de feliz lactancia. Y digo, casi, porque Lara en su 23 “cumplemes” decidió empezar a destetarse. La colocaba, le daba un par de chupitos y se soltaba para ir a los brazos de papá en los cuales, se está mucho mejor.
23 meses, se dice pronto.
Últimamente solo hacía un par de tomas al día, después de cortar ella sola las tomas nocturnas, que era cuando más mamaba. Fue poner el "plan padre" en práctica para poder dormir un poquito mejor, empezar a darle agua cuando tenía sed y se ha destetado sola.
Aunque soy consciente de que este proceso puede o no tener retrocesos, lo cual no es indicativo de nada, pero de momento, evolucionamos hacia adelante.
Siempre recordaré cuando Ramón me pregunto; "¿hasta cuando vas a darle de mamar?"- estando embarazada y él, leyéndose todos los libros de Carlos Gonzalez que iba comprando yo. "Pues hombre, yo creo que a los 6 meses llegaremos"- dije convencida.
Pues 23 meses y de lo cual me siento muy orgullosa y feliz, pues solo tengo que mirarla y mirarla...
Los principios fueron complicados y difíciles pues, nadie te prepara de verdad, para la maternidad, lo que es y lo que de verdad supone.
Muy alejada, la realidad maternal de esas habitaciones recién puestas para recibir al niño, recién pintadas, con todo dispuesto y pensando que tu vida va a ser más o menos como antes.
Ahora que estoy vendiendo ropa de mi madre de cuando "reinó Carolo" , Ramón se ríe porque dice que cualquier día les voy a vender a ellos y al ver cambiada la mecedora de madera de sitio, pensó que igual la vendía, también.
Nada más lejos de mi intención, esa mecedora es, parte de nuestro tributo; el mio y el de mi hija. Horas, hemos estado las dos allí sentadas dando de mamar, mamando y conectadas con el mundo exterior gracias a internet y a Ramón que compró el portátil.
Esas horas, no te las explican en la revista “Ser padres” o esa sensación de agobio de sentirte tan dependiente, al principio, hasta el punto de comer muchos días con la hija pegada a la teta, llorando y pensando; "esto no es posible".
Pues si es posible porque el bebé es lo que necesita y cuando se supera esa fase de acoplamiento, la lactancia es un regalo mutuo.
Un regalo en dos direcciones, de tus ojos a los mios, de los mios a los tuyos, mi querida Lara...
Y el día de mañana alguien te explicará que tu madre te daba de mamar sentada en esa mecedora, acunandote a ti y acunandose ella, contigo en su regazo, mientras asimilaba y experimentaba la experiencia de la maternidad. Y dejaba aflorar su “ser mujer” en la plenitud total de la expresión, su “ser gaia”, su “ser dadora”.
Mi mejor tributo y mi mejor regalo será siempre mi amor por ti, feliz cumpleaños Lara...y feliz destete.
Casi, dos años de feliz lactancia. Y digo, casi, porque Lara en su 23 “cumplemes” decidió empezar a destetarse. La colocaba, le daba un par de chupitos y se soltaba para ir a los brazos de papá en los cuales, se está mucho mejor.
23 meses, se dice pronto.
Últimamente solo hacía un par de tomas al día, después de cortar ella sola las tomas nocturnas, que era cuando más mamaba. Fue poner el "plan padre" en práctica para poder dormir un poquito mejor, empezar a darle agua cuando tenía sed y se ha destetado sola.
Aunque soy consciente de que este proceso puede o no tener retrocesos, lo cual no es indicativo de nada, pero de momento, evolucionamos hacia adelante.
Siempre recordaré cuando Ramón me pregunto; "¿hasta cuando vas a darle de mamar?"- estando embarazada y él, leyéndose todos los libros de Carlos Gonzalez que iba comprando yo. "Pues hombre, yo creo que a los 6 meses llegaremos"- dije convencida.
Pues 23 meses y de lo cual me siento muy orgullosa y feliz, pues solo tengo que mirarla y mirarla...
Los principios fueron complicados y difíciles pues, nadie te prepara de verdad, para la maternidad, lo que es y lo que de verdad supone.
Muy alejada, la realidad maternal de esas habitaciones recién puestas para recibir al niño, recién pintadas, con todo dispuesto y pensando que tu vida va a ser más o menos como antes.
Ahora que estoy vendiendo ropa de mi madre de cuando "reinó Carolo" , Ramón se ríe porque dice que cualquier día les voy a vender a ellos y al ver cambiada la mecedora de madera de sitio, pensó que igual la vendía, también.
Nada más lejos de mi intención, esa mecedora es, parte de nuestro tributo; el mio y el de mi hija. Horas, hemos estado las dos allí sentadas dando de mamar, mamando y conectadas con el mundo exterior gracias a internet y a Ramón que compró el portátil.
Esas horas, no te las explican en la revista “Ser padres” o esa sensación de agobio de sentirte tan dependiente, al principio, hasta el punto de comer muchos días con la hija pegada a la teta, llorando y pensando; "esto no es posible".
Pues si es posible porque el bebé es lo que necesita y cuando se supera esa fase de acoplamiento, la lactancia es un regalo mutuo.
Un regalo en dos direcciones, de tus ojos a los mios, de los mios a los tuyos, mi querida Lara...
Y el día de mañana alguien te explicará que tu madre te daba de mamar sentada en esa mecedora, acunandote a ti y acunandose ella, contigo en su regazo, mientras asimilaba y experimentaba la experiencia de la maternidad. Y dejaba aflorar su “ser mujer” en la plenitud total de la expresión, su “ser gaia”, su “ser dadora”.
Mi mejor tributo y mi mejor regalo será siempre mi amor por ti, feliz cumpleaños Lara...y feliz destete.
6 comentarios:
Hola luperca,
Me llamo Raquel y he llegado hasta tu blog por medio de EPEN. También tengo una niña de 19 meses que también nació por cesárea, y quería decirte que me ha encantado tu blog y mucho tu "historia de una mecedora". Júlia todavía toma teta, poquito, pero por la noche sigue despertándose varias veces y eso de dormir mejor, todavía no lo hemos experimentado...
Ya me explicarás que es eso del "plan padre", y lo de darle agua cuándo tiene sed ¿¿¿??? Igual esos trucos en mi no funcionan pero tengo que provarlo por que no dormimos nada nada bien, en fin...mucha paciencia, que estoy completamente convencida que ya la tengo. Y muchas felicidades por ese recien cumpleaños de tu cielo.
Gracias
Raquel.
PD:¿cuándo reinó Carolo???? :-)
Mil gracias Raquel...:)))
Lo del agua era un remedio para ver si Lara conseguia hacer menos tomas nocturnas y yo descansaba un poco, pues por la mañana solo tomaba 2 veces pero por la noche era;"Barraaaa libreeeeeee" jejejej.
Pero lo único que conseguí durante un tiempo, fue que siguiese mamando y luego un tragito de agua...gggrrrrr!!!!
Y a la par pusimos el plan padre en práctica, es decir, colechamos y ella estaba a mi lado, pues ahora ella esta al lado de su padre y yo en una esquina, así me huele menos,supuestamente se despierta menos y se acostumbra (este termino no me gusta nada) a que cuando se desperta la atiende su padre...así un tiempo y llegamos a que una noche por ella misma no tomo teta más, solo se desperto una vez, y así seguimos.
Pero yo estoy convencida de que ha sido un proceso de maduración y de evolución de ella, pero que ha coincidido con las medidas que tomamos...;)
El siguiente paso será cambiar de habitación, pero como dicen en Italia; "piano, piano se ne va lontano"
Un besazo, Raquel
Marián
Muchas felicidades a las dos, sois las dos estupendas, y felicidades tambien al papi.
Y esa mecedora es para guardarla como oro en paño, un precioso trozo de vuestra historia, que espero se siga llenando de trozos tan hermosos.
Besazos
Se me saltan las lagrimas. Jo en esa mecedora un día le moje todo el pijama de leche a Gaël con mis chorrrrrros y me tuviste que dejar otra ropita. Feliz cumple aunque ya haya pasado la fecha. Besos grandes.
Gracias Marian, eres un ejemplo, una guía, una estrella, a la que mirar en la oscura noche fría. Y por desgracia ha habido muchas.
Disfruta del momento, de los buenos, de todos. Tienes un gran tesoro con Lara y Jota. Sois una familia estupenda. Besotes.
Me he sentido identificada con tu historia de la mecedora y algunas otras cosas más que cuentas. Mi lactancia es todavía pequeñita (4 meses y medio), pero espero llegar lejos, al menos hasta cuando quiera mi nenita. Muchas felicidades a Lara y esos padres tan maravillosamente volcados en ella.
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